En nuestro país, se hacen constantes cambios en el sistema jurídico
a efecto de adecuarlo a las transformaciones de la sociedad, buscando así
proteger los derechos de los gobernados y brindar certeza jurídica sobre las
relaciones personales.
Es por eso que en México, se ha avanzado por reformar el
sistema jurídico y se reconozcan derechos a personas en igualdad de circunstancias,
como es el caso del matrimonio igualitario, en donde dos personas eligen de
forma libre y voluntaria unirse en matrimonio. La reforma al artículo 146 del Código
Civil del Distrito Federal, abrió el camino para que se reconozca el matrimonio
igualitario, excluyendo la limitación de que únicamente era matrimonio cuando
se trataba de la unión entre hombre y mujer.
No ha sido un camino fácil, ya que se han presentado
acciones de inconstitucionalidad ante estas reformas, sin embargo, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha reconocido esta figura jurídica, ya
que se deben respetar los principios de no discriminación y de igualdad,
tutelados en la Carta Magna.
Cabe señalar que la resolución de la SCJN, va en el sentido
de proteger todas las formas de familia, partiendo del hecho de que se trata del
núcleo principal de la sociedad. Además de reconocer y garantizar los Derechos
Humanos, como el de la libertad.
En ese sentido, el Poder Judicial, fue el precursor del
reconocimiento del matrimonio igualitario, pero respetando la facultad de los
congresos estatales para reconocer o no el matrimonio igualitario. Sin embargo,
muchos estados siguieron el camino de reconocer y respetar los derechos de las
personas homosexuales que buscan contraer matrimonio de forma libre y
voluntaria, por lo que de forma progresiva se fueron haciendo reformas en los Códigos
Civiles Estatales, para suprimir las restricciones a la figura del matrimonio.
En México, el matrimonio igualitario, es reconocido en las
32 entidades federativas, por lo que se ha avanzado en materia de protección de
derechos humanos de las personas LGBTTTIQA+, para que tengan una vida libre de
violencia y no discriminación, teniendo el derecho de formar familias que
tengan como propósito el respeto, la igualdad y la ayuda mutua.
Aún quedan muchos temas pendientes en este rubro, ya que por
falta de información o por temas de ignorancia, las parejas del mismo sexo, son
objeto de constante discriminación, generando un problema constante en temas de
reconocimiento de derechos y seguridad jurídica. Por eso es importante
reconocer los derechos de las personas que viven en diversidad sexo-genérica, y
divulgar la información a efecto de construir una sociedad más igualitaria.
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